La vida de Renzo (Cabré) está -literalmente- atravesada por la ciencia. Fue concebido por la técnica de fecundación in vitro gracias a la intervención de su abuelo Alejandro Figueroa, notable científico (experto además en clonación) que pudo cumplirle a su amada hija Marcela (Bonelli) el deseo de ser madre. Pero durante el procedimiento médico, el investigador ocultó un detalle esencial: separó parte del material genético del embrión con miras a desarrollar, por primera vez, un clon humano. El experimento rindió sus frutos: así nació Mateo (Cabré), “gemelo artificial” de Renzo.